Fotografías de Cándido Roldán
JEREZ EN TRANSICIÓN.
Hay muchas voces que advierten que
estamos ante el final de una época. José Luis Sampedro en el libro
Reacciona, dice que “todo ocaso
ofrece una
ocasión. El
sistema reclama
un cambio
profundo que los
jóvenes entienden
y deberán
acometer mejor
que los
mayores atrapados
aún en el
pasado. Otro
mundo no sólo
es posible,
es seguro”.
Hace años Maki se empeñó en
convencer a un grupo de amigos para crear una red de moneda local.
Sin desanimarse por la inicial resistencia del grupo, cada vez que
regresaba de su país, Japón, llegaba con fe renovada en el
proyecto. Hoy más de cien personas utilizan el zoquito en vez del
euro en muchos de sus intercambios de bienes y servicios. El objetivo
es fomentar la economía local, y el consumo responsable induciendo
cambios en el entorno social, cultural y ecológico. Karlos, además
de pertenecer al Zoco, organiza la distribución de las verduras
ecológicas de temporada para el posterior reparto a los socios de la
cooperativa La Reverde, de la que es miembro. Se autoabastecen de
alimentos cultivados por ellos mismos. Naty da cursos sobre cocina
vegana, hecha solo con verduras, frutas, legumbres, cereales, frutos
secos y semillas. También organizan charlas, talleres,
convivencias…Son jóvenes que llevan años luchando contra el
capitalismo salvaje que devora países enteros, contra la tiranía de
las multinacionales, contra la degradación del planeta. Reclaman una
economía real y no especulativa, un comercio justo y una sociedad
más solidaria. Intentan concienciar a los demás de la necesidad de
una participación activa en esas pretensiones, entendiendo que el
primer cambio empieza por uno mismo. Por eso la mayoría de ellos
abrazaron al movimiento 15 M desde el primer instante.
Gentes y grupos como ellos
conforman otro movimiento igual de esperanzador, Jerez en Transición.
El pasado 27 de noviembre organizaron el primer Festivalito de esta
hermosa iniciativa. La Transición es su respuesta al declive de la
Era Industrial, al agotamiento de las reservas de petróleo, a la
dependencia de combustibles fósiles, al consumo salvaje, a la
destrucción del planeta y a las desigualdades entre pueblos. Creen
en la localización de la producción, en la obtención de recursos
de una manera sostenible, en la preservación del medio ambiente y la
preeminencia de lo colectivo sobre lo individual. Durante todo el
día, el centro de Barrio de Vallesequillo fue un hervidero de gente
participando en cursos, charlas, talleres, trueques y mercadillos.
Hubo también música, teatro y un increíble ambiente de amistosa
alegría durante todo el evento. Tienen tan interiorizada la lucha
contra el consumismo feroz que descolocan. En la enorme mesa que
dispusieron para el almuerzo compartido, ningún vaso ni plato ni
cubierto que no fuera reutilizable. Toda la comida de elaboración
propia. Nada de productos elaborados. Nada de marcas. Nada de
alcohol.
Dice también Sampedro que aunque los
líderes sigan en el puesto de mando y al timón, los jóvenes
puestos al remo pueden hacer girar la nave en redondo, y dirigirla.
Ellos ya han comenzado a remar contracorriente, iniciando la
transición de la proa hacia otro mundo mejor.
José
Valero Mateos.